
El lagunero Teatro Leal acogió la proyección 47 cortometrajes internacionales
La octava edición del Festival Internacional Tenerife Shorts se clausuró ayer en el lagunero Teatro Leal con la proyección del palmarés y una retrospectiva de cortometrajes canarios.
El documental experimental francés “Les antílopes”(“Los antílopes”), de Maxime Martinot (Francia, 2020), se alzó ayer con el premio del jurado en la octava edición del certamen. El jurado, integrado por la programadora y escritora búlgara Yoana Pavlova, el doctor en arquitectura y crítico de cine Jorge Gorostiza y la programadora portuguesa Ana David, otorgó el galardón a esta película por “su mensaje universal tratando con valentía tanto el choque como la fusión de naturaleza y tecnología, así como sacando a relucir cuestiones sobre nuestra civilización y su futuro”.
La cinta ganadora experimenta sobre una frase de la escritora, guionista y cineasta francesa Marguerite Duras: “Un día, en las costas marroquíes, hace ciento cincuenta años, miles de antílopes se arrojaron juntos al mar”. Construido a base de planos aéreos y una voz en off su resultado y mensaje son epatantes.
La pieza francesa se impuso entre las veinte películas participantes llegadas de dieciocho países, la mitad de ellos de estreno en España. Maxime Martinot gana el festival tras haber participado con “Les Antilopes” en Doclisboa, Sheffield y Docaviv. La cinta ganadora obtiene 1.000 euros de premio y un trofeo diseñado por el artista canario Rafael Navarro Miñón y producido por el Taller Bronzo de La Laguna.
Es Tenerife Shorts un festival sobrio y elegante, que selecciona lo mejor del cortometraje internacional de los dos últimos años. De hecho su selección, en la que predomina el documental experimental y la animación, ha sido exhibida en festivales tan prestigiosos como Cannes, Clermont Ferrand, Annecy, Sundance, Locarno, Seminci o Visions Du Réel.
El jurado concedió una Mención Especial a “Letters from a Window” (“Cartas desde una ventana”, Austria, 2020). Pieza de cuatro minutos codirigida entre Nivel Gavus e Ilkin Beste Cirak donde ofrecen un trabajo experimental que gravita sobre la historia de una joven.
El premio del público, por su parte, recayó en el cortometraje español “A comuñón da miña prima Andrea” (“La comunión de mi prima Andrea”, España, 2021). Documental del realizador español Brandán Cerviño que ha sido la película más aplaudida del festival. El cortometraje, de trece minutos, relata la primera comunión de una niña, que sin quererlo se convierte en una descacharrante crítica a la pervivencia de una creencia obsoleta.

El jurado otorgó el premio Canary Shorts al cortometraje documental “Heurtebise”(España, 2020). Pieza codirigida entre Elisa Torres y Octavio Guerra. En esta obra, de honda sencillez, se dan la mano la vida y la muerte. Un poético retrato de la vida de una familia a través de tres generaciones.
Asimismo, el cortometraje alemán “Tobi y la turboguagua”, de Verena Fels y Marc Angele, obtuvo el premio especial Family Shorts entre las doce películas de animación provenientes de nueve países.
Los cortometrajes galardonados se proyectaron en el Teatro Leal durante la ceremonia de clausura, que ofreció también el visionado de “David”, de Zachary Woods, y “Normal”, de Julie Caty. El primero es una comedia en clave de drama y el segundo es una cinta animada que reflexiona sobre el capitalismo salvaje en la era de internet.
Durante la ceremonia de clausura, José Cabrera Betancort, director del festival, destacó la importancia de llevar a cabo esta edición después de un año difícil para la sociedad: “Es importante recuperar los espacios culturales, realizando actividades de forma presencial, y volver a reunirnos respetando las medidas sanitarias”.
El festival se clausuró con una retrospectiva de siete obras canarias, que contó con la presencia de tres de sus creadores. José Víctor Fuentes presentó “La chica de la lluvia”, un cruce entre el cine de John Cassevetes y David Lynch sobre el fin del amor. Amaury Santana ofreció “Luces”, una apuesta radical compuesta de planos persistentes y la ausencia de la figura humana. Nicolás Melini presentó “Mirar es un pecado”, una miscelánea de tragedia y romance. También se proyectaron “Belanglos”, de David Pantaleón, una pieza minimalista sobre la cotidianidad; “Geometría del invierno”, de Macu Machín, en su línea de explorar el cine observacional. “Changing World, de David Sainz Kirbis, un curioso monólogo. Y la más interesante fue “Fauna humana”, de Víctor Moreno, que ganó el Notofilfest en 2009, un variopinto estudio sociológico sobre los seres humanos, que emplea como McGuffin (excusa argumental) a dos gatos esfinge.
Atrás queda un fin de semana en el que el público pudo disfrutar de forma gratuita de 47 cortometrajes de todos los géneros, muchos de ellos estrenos en España. La media de asistencia de sus siete sesiones fue de 50 espectadores por pase.
Esta octava edición de Tenerife Shorts se hizo posible gracias al apoyo institucional del Cabildo de Tenerife, y del Ayuntamiento de La Laguna, a través de sus concejalías de Cultura y Turismo; así como del Organismo Autónomo de Actividades Musicales.
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Licenciado en Historia del Arte y Periodismo. Gestor cultural especializado en
cine y cultura, ha publicado en 17 periódicos del territorio nacional. Dirigió la
revista “Musicalia”.
Ha cubierto más de 100 de festivales de cine: San Sebastián, Seminci,
Gijón, Sitges o Bafici (Buenos Aires), entre otros.
Ha llevado a cabo la documentación, entrevistas y producción de los
documentales “Déjame ser” (2014), “El doncel de Guerea” (2015) y “Amaro
Pargo: entre la leyenda y la historia” (2017).
Desde 2015 es el programador del festival DocuRock.
En 2016 obtuvo el premio de Periodismo de Investigación Leoncio Rodríguez,
que otorga el periódico “El Día”.
En 2019 publicó el libro “Camposanto de San Juan (1814-1983). Historia de
la ciudad de la Laguna a través de su primer cementerio”.