Mabel Lozano: «Trabajo para dar voz a las sin voz»

Mabel Lozano (Toledo, 1967) acaba de recibir el homenaje del XVII Festivalito de La Palma por una obra comprometida por la denuncia social. Su obra que más repercusión ha alcanzado es el cortometraje “Biografía del cadáver de una mujer (2020)”, que se hizo acreedor del Goya. Sin embargo, desde el 2005 dirige películas que centran su mirada en diversos temas como las deportistas paraolímpicas de “La teoría del espiralismo” o el narcotráfico en “El proxeneta (2018)”. En la inauguración del Festivalito se proyectó su última pieza: “Flores para Concha”, que recupera la memoria de Concha Robles, en el centenario de su asesinato.

  • En la inauguración del Festivalito se pudo ver su última obra, el cortometraje “Flores para Concha”. ¿Quién fue Concha Robles?

“Fue actriz, poeta, cantante y escritora cuyo nombre ha sido borrado por la historia. Concha Robles fue asesinada hace cien años sobre las tablas del Teatro Cervantes de Almería por su exmarido. Él era militar y potentado. Había salvado la vida al rey Alfonso XIII de un atentado y fue condecorado por lo que se borró la causa de muerte de la partida de defunción, pero se olvidaron del registro de enterramiento. En el que se puede leer: muerta por heridas de armas de fuego. Flores para Concha tiene la intención de que su nombre no sea borrado por la historia”.

  • ¿Cómo valora el homenaje del Festivalito?

“Pues mucho porque iba a venir con mi madre, que tiene 80 años, el año pasado y sufrió una caída con triple fractura de pelvis. Ahora he venido con ella, que ha empezado a caminar hace poco, porque es un homenaje a ella y a la vida. Vivir es un éxito”.

Grupo de homenajeados en la gala de inauguración del XVII Festivalito
  • Debuta en el cine en 1992 con Vivir por nada. ¿Qué recuerda de aquella etapa?

“La moda me llevó a la televisión, y la televisión me llevó al cine. Nunca he sido una actriz brillante. Tenía techo porque no nací con esa vocación. Desde que pude, en el 2005, me puse detrás de una cámara y nunca más he vuelto a ser actriz”.

  • De su trayectoria fílmica concita mi atención su participación en “París-Tombuctú” (1999), la última película de Berlanga. ¿Cómo recuerda su figura?

“Soy berlanguiana. Cuando me enteré que quería hacer una serie sobre Blasco Ibañez iba todos los días a su oficina para pedir trabajar con él. Y me decía: Yo no trabajo con mujeres ni tan altas ni tan guapas.  Pasado el tiempo me llamó porque buscaba a una actriz que supiera esgrima. No había cogido un florete mi vida. Me escribió el papel de Matahari y al día siguiente me puso a recibir clases de esgrima. Con París-Tombuctú, también me llamó preguntándome si sabía hablar francés. En este caso no tuve que mentir. Quería ver cómo trabajaba. Estuve todo el tiempo con él al lado del combo. Aprendí mucho de hacer cine con Berlanga. Fue un regalo”.

  • También ha trabajado con José Luis Garci en “Tío Vivo c.1950”. ¿Qué aprendió de él?

“Garci ama el cine. Es una de las personas que conozco que más sabe de cine. Fueron maravillosas las conversaciones con él”.

  • ¿De qué papel se siente más satisfecha?

“De del madre, del de esposa, del de amiga. El papel más importante que desempeñó es en la vida, en la realidad con la gente que amo”.

  • En 2006 crea su propia productora, Mafalda Entertaiment. ¿Qué pasa en su vida para que decida dejar atrás la interpretación y adentrarse en la dirección y producción?

“Conocí a una víctima de trata y quise contar su historia. Como directora me gusta romper barreras y buscar nuevas formas de narrar. Como actriz tenía muchos límites y ahora no. Conozco las herramientas para saltármelas.

  • ¿Haber sido actriz le hace ser mejor directora?

“Creo que sí. Te ayuda a conocer la vulnerabilidad del intérprete, que tú eres su soporte. Muchas veces les pides que se tiren de un quinto piso”.

  • ¿Por qué ha decidido especializarse en la denuncia de la prostitución?

“Porque me parece inconcebible que en el siglo XXI exista la explotación sexual, un término que emplea Naciones Unidas. Tiene que ver con la vulneración de derechos humanos. Trabajo para dar voz a las sin voz. Con mi cine intento poner un poco de luz a tanto dolor”.

  • Tengo entendido que tuvo problemas de producción con “Chicas nuevas cada 24 horas”.

“Estuve 5 años para levantar ese proyecto. El rodaje se desarrolló en 5 países. Creo que es el esfuerzo que dediqué a hacerla me provocó un cáncer de mama. Busqué las coproducciones en esos 5 países. La película se acompañó de un libro, una exposición. Nos pasó de todo: nos sacaron pistolas, nos rompieron una cámara. Marcó un antes y un después en mi vida. Creo que es el trabajo del que me siento más orgullosa”. 

  • ¿Qué significó ganar el Goya por “Biografía del cadáver de una mujer?

“Ganar el Goya supuso tener un mayor foco y llegar a un público más amplio. Desde entonces me han llamado bastante y me han dicho: ¿qué quieres hacer ahora?”.