Festival Internacional de Cine Fantástico de Canarias – Isla Calavera 2018. Emersión.

El pasado lunes 19 de noviembre, en su sede de Multicines Tenerife, arrancaba la segunda edición del Festival Internacional de Cine Fantástico – Isla Calavera. Este evento que nació de manera modesta el año pasado, ha crecido de manera exponencial, multiplicando para esta nueva edición el número de días, de invitados y de trabajos seleccionados, además de incorporar nuevas categorías de premios. Si el año pasado, el festival rindió tributo al cine de John Carpenter, en esta segunda edición será el cine de Sam Raimi el que contará con varios revivals en la gran pantalla. Al mismo tiempo, el festival contará como invitados de honor con los directores Mick Garris y Enzo G. Castellari y la actriz Caroline Munro, con proyección de las películas “Cinema Nightmare”, “1990. Los Guerreros del Bronx” y “El Viaje Fantástico de Simbad”.

Precisamente, la cinta encargada de abrir la programación del festival fue “Darkman”, uno de los títulos de culto de Sam Raimi y una de sus primeras superproducciones en Hollywood, después de renovar el género de terror con “Posesión Infernal” y “Terroríficamente Muertos”. Inspirada en el cine de terror clásico (con “Los Crímenes del Museo de Cera” o “El Abominable Dr. Phibes” a la cabeza), la cinta supone la entrada de Raimi en el cine superheróico, 12 años antes de encargarse de la primera entrega de Spiderman. Con el “Batman” de Tim Burton estrenado un año antes, y compartiendo compositor, podemos apreciar también la influencia de las novelas gráficas de Frank Miller, lo que conecta a esta película también con otros clásicos de la época como “Robocop”. Revisionada 28 años después de su estreno, la película sigue manteniendo ese toque lúdico de Grand Guignol tan característico del Raimi de la época. Su estilo visual se vio reforzado por el chute económico que supuso trabajar para un gran estudio y, si bien, se echa de menos un poco más de esa modalidad de sangre marca Raimi, la cinta está repleta de un reconfortante humor negro. Es cierto que algunos efectos han envejecido mal y que hay aspectos del guion que resultan hoy ridículos, sin embargo, es difícil no dejarse sorprender por secuencias como toda la persecución del helicóptero. En 1990, Liam Neeson estaba aún lejos de convertirse en esa estrella del cine de acción que le granjeó “Venganza”, pero consigue dar entidad y conflicto psicológico a su personaje (por mucho que en momentos echemos de menos que el apoyo del Universal desplazara a Bruce Campbell como protagonista).

La sección de largometrajes a concurso se inauguró con la proyección de “What Keeps you Alive”, una producción canadiense, dirigida por Colin Minihan y protagonizada por Hannah Emily Anderson y Brittany Allen. Con unas espectaculares localizaciones en el Lago Couchiching (Muskoka, Ontario), la cinta es un thriller angustioso, con elementos de survival, centrado casi exclusivamente en dos personajes. Resulta curioso ver volver a coincidir a las dos actrices, que ya previamente habían participado en «Saw VIII», y que aquí comparten una química especial, además de afrontar con entereza sendas interpretaciones muy físicas. Si bien el guion resulta un tanto irregular, con algunos giros de trama ridículos o inverosímiles, la puesta en escena de Minihan y la labor de las dos actrices consigue mantener la intensidad de la historia, además de contar con algunas escenas de gore y violencia realmente disfrutables.

Más estimulante supuso la tercera sesión del día y segundo largometraje a concurso. “Vuelven. Tigers Are not Afraid” es una cinta de producción mexicana, dirigida por Issa López y con un reparto principalmente infantil, que logra unir de manera cruda y poética un discurso de denuncia social, un relato sobrenatural y una historia de amistad infantil tierna y con toques de humor. En este caso, el componente aterrador viene más por los componentes realistas de la trama (secuestros, asesinatos, corrupción política y policial, niños viviendo en la calle y experimentando toda esta violencia), que por la parte fantasmagórica, donde López prefiere apostar por la sutilidad y la insinuación. La conjunción de todos estos elementos podrían haber generado una cinta descompensada e irregular, sin embargo, a pesar de las modestia de medios, la cineasta se las apaña para ofrecer una obra compacta.