
Al director Daniel León Lacave siempre le ha gustado dotar a su cine de una importante carga social. Recién salido de la excelente acogida que ha recibido “La Muñeca Rota” y con una pausa en medio para llevar a cabo uno de sus cortos leves (“Como Agua Sucia”), nos ha presentado recientemente su nuevo cortometraje, “El Zoo de Papel”, producido por Trotavistas y protagonizado por Borja Texeira, Yazmina Guerra, Víctor León, Lamberto Guerra, Pino Luzardo, José Antonio González e Iván Álamo.
Ambientada durante la dictadura franquista, la cinta nos narra el encarcelamiento de un hombre por negarse a delatar a sus compañeros de partido y el impacto que esta situación crea en su familia. Con esta historia, León Lacave nos habla del precio de la dignidad y de la integridad incluso ante los sacrificios más duros, como son el estar alejado de la mujer a la que ama y de su hijo. El cineasta se centra en la capacidad de resistencia ante la tiranía, aunque prefiriendo retratar las emociones de la familia protagonista, sin cargar demasiado las tintas contra el bando nacional, para no caer en el maniqueísmo.
Sólo en una escena encontramos la confrontación del protagonista con sus captores. Aunque necesaria para establecer algunos marcadores emocionales de la historia, se trata, a nuestro entender, del momento más estereotipado de la cinta, donde el cineasta no puede evitar caer en lo discursivo y con una representación grotesca del bando contrario. Lamberto Guerra (actor fetiche de León Lacave, al igual que Borja Texeira) encarna a un pequeño caudillo, de bigotito fino y actitud arrogante, que pese a la habilidad del actor, no va más allá del retrato plano. Afortunadamente, se trata de un momento puntual, ya que el interés de León Lacave no es tanto arremeter contra la inhumanidad de los vencedores, sino, como hemos indicado, reivindicar la posición de aquellos que, permaneciendo en el país, se negaron a renunciar a sus ideas.
Fuera del espectro ideológico, hay también un potente componente emocional en lo referente al forzoso distanciamiento familiar, más explícito en lo que se refiere a la pareja principal, dado que ambos confiesan sus emociones el uno al otro, pero también silenciado en cuanto a la relación paterno filial, que no se articula de manera verbal sino que queda implícito en pequeños detalles como un apretón de manos o una figura de papel. La soledad pasa aquí a ocupar una relevancia fundamental, complementando y matizando el concepto de sacrificio. El cortometraje no aborda tanto la tortura física, sino del demoledor efecto del distanciamiento y la soledad que esta situación desemboca en la vida de los tres protagonistas.
El tercer elemento clave en el drama es el tiempo. En esta historia, lo que León Lacave plantea no es tanto un conflicto intenso (ajustado más bien a la escena del interrogatorio), como extenso en todo el periodo temporal que abarca. Ante una dictadura que duró 40 años, el protagonista se convierte en una metáfora de una ideología que, pese a haber perdido la guerra, se mantiene esperanzada al cambio, al regreso de las libertades y al reencuentro de aquellos a los que separó la guerra y la tiranía. “El Zoo de Papel” no es por lo tanto el relato de un acontecimiento concreto, como es habitual en los cortos anteriores de León Lacave, sino una historia más ambiciosa que busca reflejar los efectos a corto y largo plazo del drama. Minimalista en su narración, el director evita dejarse llevar y acota la historia a aquellos elementos mínimos y fundamentales para llegar al espectador, manteniendo la curiosidad por conocer más a fondo todos esos huecos temporales, esa vida que está presente, pero no se cuenta.
“El Zoo de Papel” es un trabajo meticuloso en su producción. Se cuidan aspectos como la representación histórica y el paso del tiempo, al mismo tiempo que el cineasta hace uso de recursos audiovisuales que exigen una mayor ambición frente a los requisitos del cine leve. Pese a esto, León Lacave logra mantener la coherencia en su discurso. Aunque el envoltorio requiere de mayor despliegue, el fondo sigue siendo igual de intimista y sincero, retratando a través de la ficción elementos personales y familiares del director. Buen director de actores, el conjunto del reparto da al trabajo una gran coherencia y verosimilitud, aunque en este caso, permítannos destacar especialmente la labor de Borja Texeira y Yasmina Guerra.
“El Zoo de Papel” no es sólo un trabajo mayor dentro de la trayectoria de Daniel León Lacave en cuanto a producción (emparentado en este sentido como “Los Pechos de Paula” y “La Muñeca Rota”), también es un trabajo mayor en cuanto a resultados. Hace tiempo que el cineasta viene probando su madurez tras la cámara, pero este último trabajo, sin duda, ha entrado a formar parte de nuestros favoritos de su filmografía.

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Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de La Laguna, ejerce como crítico de cine en el blog Adivinaquienvienealcine.com y como director y presentador del programa Días de Radio de Canarias Radio, además de colaborar en radio (Radio Candelaria, Gente Radio, Canal 4 Radio), prensa (Diario de Avisos) y en el magacín digital Elblogoferoz.com. Desde 2007 forma parte del equipo organizativo del Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife, Fimucité, donde desde 2013, es el responsable de la sección a concurso Fimucinema.