Fimucité XI abre las puertas del terror

La undécima edición de Fimucité mostró anoche en el Auditorio Infanta Leonor de Los Cristianos la madurez alcanzada a lo largo de esta década de conciertos. Lo hizo acompañada de una composer’s cut realizada por Fabio Frizzi para el clásico de terror italiano El más allá (Lucio Fulci, 1981). El compositor italiano hizo sonar en directo, durante la proyección de la película, una nueva partitura compuesta para la ocasión e interpretada por su banda de rock progresivo  Frizzi 2 Fulci.

Una experiencia estimulante, de un increíble impacto visual, logrado gracias a la perfecta consonancia entre la narración fílmica y la emoción musical. Tal fue la vida que le concedió la música de Frizzi a los muertos vivientes que la sala se retorció entre arcadas y caras que esquivaban el terror. Para Antonella Fulci, presente en la proyección, era la primera vez que la película le inspiraba tanto terror después de haberla visto “más de 50 o 100 veces”. Una afirmación tan sincera como el cariño, el respeto y el agradecimiento que la hija de Lucio Fulci le mostró en público al maestro Frizzi al entregarle su premio honorífico FIMUCITÉ-Antón García Abril.

Fimucité arrancó con un evento único, como otros tantos a los que nos tiene acostumbrados, y como el resto de actuaciones que tendrán lugar a lo largo de esta semana de festival. No obstante, la jugosidad del live to picture no sirvió de reclamo para llenar ni la mitad del patio de butacas del auditorio. Un reducido aforo que, en cualquier caso se entregó al máximo con el evento pese a la mala calidad de la proyección visual (ligeramente desenfocada y con un contraste muy bajo, horrible para una película de sus características).

Hay que destacar también, en el apartado negativo, el uso de unos subtítulos en inglés asincrónicos que acompañaban a la versión original del film, complicando la lectura de la película para aquellos espectadores locales sin conocimiento de la lengua anglosajona. En cualquier caso, la experiencia estaba garantizada por el poder y la fuerza de la música de Frizzi que fagocitó, casi literalmente a la proyección (en ocasiones los niveles de audio sobrepasaba los diálogos del film). Pequeños detalles con fácil corrección, pero que en cualquier caso no estropearon la noche.

Tras la proyección y entrega del premio honorífico a Fabio Frizzi, el compositor italiano regaló al público tres suites de los clásicos de Lucio Fulci, Siete notas en negro (1977),Miedo en la ciudad de los muertos vivientes (1980), y  Manhattan baby (1982). De este modo se ponía cierre final a una noche que el maestro Frizzi definiría bien al aclamar que había sido un’esperienza molto bella.

Los seguidores de Lucio Fulci podrán seguir disfrutando de su cine en Tenerife y Gran Canaria gracias a un ciclo retrospectivo que Filmoteca Canaria ha organizado como motivo del 90º aniversario de su nacimiento. Pueden consultar más información sobre su programación aquí, y sobre el resto de actividades y conciertos organizados por Fimucite XI en el siguiente enlace.